Raúl Marcelo Cheves de la República Argentina; con status de observador/experto ante esta reunión -de lo cual se honra profundamente- versará en su intervención sobre el tema 5, subtema " Gestión y Perfeccionamiento de la Policía " a la luz de la guía de los debates distribuida en este recinto, a la vez que profundamente motivado por la actuación de las distintas delegaciones en sus respectivos desarrollos en la materia. Habida cuenta de las palabras del Doctor Vetere que, en resumen dan cuenta de un incremento inaceptable de la violencia en las ciudades; abuso de drogas; tráfico de armas; terrorismo, etc., a la vez que, temor al delito, una figura de suma importancia. Es decir, aumento mundial de la criminalidad convencional y no convencional que será el desafío mayúsculo a que se enfrente la comunidad internacional. Habiéndose estudiado, fijado y reconocidas las causas generadoras del fenómeno, correspondería profundizar sobre el conocimiento de una de las agencias profesionales más importantes por su compromiso y controvertido quehacer laboral: LA POLICÍA, enfatizándose en pautas generales que hacen a su génesis, objetivos y métodos en virtud de la vastitud del tema y porque a priori, pareciera que su accionar no guarda relación con el aumento o disminución de la delincuencia, lo cual incide en su futuro institucional en cualquier parte del planeta.

Históricamente, la Policía ha llevado a cabo la tarea de prevención (eliminación de oportunidades) y represión (a delito cometido), motivo por los cuales le fuera diseñada una estructura orgánica acorde. Empero, la falta de una acción coordinada con otras áreas del Estado, procurando el estudio de las causas o factores socioeconómicos que promueven la delincuencia, ha sido determinante para tener que asumir un fracaso que aún conocidos lo motivos lo tildan de inexplicable.

No solamente una respuesta profesional en la esfera del tercer nivel de la prevención (a delito cometido), sino el asumir un rol ineludible en el segundo nivel de prevención (anterior al delito) donde desarrolle una labor de observación y reconocimiento de las causas culturales y socioeconómicas determinantes para el aumento de la delincuencia, en coordinación con todos los organismos, oficiales y privados que puedan modificar el panorama social y más aún, indicando a los mismos, la oportunidad y grado de responsabilidad que deban asumir.

Tal como vemos, además de su labor histórica que hace al orden, la seguridad e investigación de hechos delictivos dentro de la dinámica transformadora en que está inmersa nuestra sociedad; deberá trabajar en la determinación de las causas generadoras de los delitos en un marco de coordinación y planificación integral, necesarios para la coparticipación multisectorial.

Así, podemos hacer nuestra primera aproximación sobre el rol policial:

Consecuentemente, la problemática de la seguridad ciudadana en lo referente a la delincuencia deberá afrontarse en virtud de una acción colegiada y multisectiorial que reúna a organismos oficiales y oficiales.

A esta altura, necesitaríamos proponer una definición de la agencia que nos ocupa y así diríamos:

Esto significará que una norma jurídica la definirá, fijará sus funciones, características, ámbito de responsabilidad, etc., de conformidad a pautas propias de cada país. Empero, no siempre la Ley ha interpretado fielmente la génesis, dimensión y proyección de la agencia policial, limitando con ello, la posibilidad de su actuación plena en los niveles pertinentes de la prevención. Debemos recordar que estamos hablando de un cuerpo surgido a partir de la "Comunidad natural y permanente de familias. De su vida, costumbres, devenir histórico, etc.", dentro del marco espiritual que nos ofrece la solidaridad (archienemiga de la delincuencia). Consecuentemente, la Policía nace como necesidad social y será la Ley, encargada de interpretarla y estructurarla en el ordenamiento general y jurídico de cada país.

Me detengo aquí pues deseo ser reiterativo para la fijación de conceptos. Al hablar de la Policía, siempre será necesario el tratamiento de instituciones fundamentales y superiores como: la Familia, la Comunidad y,....dentro de: "...los fines de la vida " y la Solidaridad.

A partir de lo expuesto, un nuevo concepto nos permitiría reconocer a la Policía como un importantísimo agente externo y colectivo del Control Social con necesaria e imprescindible actuación en los niveles segundo y tercero de la prevención. Es decir, no sólo a delito cometido sino antes, promoviendo acciones dirigidas en coordinación con otros operadores del sistema para evitar situaciones de "alto riesgo" y permeables al escape delictual. Además de su reconocida actividad orientada hacia la reducción de oportunidades (trabajo sobre efectos), la Policía deberá tener el marco legal para el estudio, investigación y reducción de las causas generadoras de delincuencia (trabajo sobre causas).

Básicamente, la Comunidad, exige de una Policía: protección, auxilio, salvaguarda de vida, bienes y derechos de la población, etc. y en respuesta, la Institución dará doctrina y organización que fortifiquen sus relaciones con la mandante, en virtud de pautas de identidad y autoestima de sus componentes, quienes tendrán el exacto equilibrio entre su capacitación operativa y perfil psicológico que los aparte de situaciones impropias, conductas censurables o al margen de la Ley. Por ello, vemos en la Policía:

Será la Ley, también, la que fijará sus responsabilidades, control institucional y protección, que alejen el peligro de mal emplearla en situaciones de coyuntura o permanentes de discutida constitucionalidad o que su quehacer específico se vea viciado por el cumplimiento de tareas supletorias, generalmente normadas por otros instrumentos y que puedan ir desde lo social hasta lo judicial o judicial y penitenciario, colisionando con los roles de otros organismos, en desmedro, fundamentalmente de su acción preventiva.

Toda agencia policial deberá ser: Poderosa y posea Status.

Poderosa: pero el poder que le da la Ley y la inteligencia y profesionalismo de sus componentes. Ellos deberán tener identidad y conocer perfectamente lo que se quiere de su desempeño en el marco de un amplio pensamiento para grandes acciones y no solamente quedarse en rudimentarias técnicas investigativas y manejo de algunas armas. La remuneración (adecuada y decorosa) a sus integrantes, deberá también ser acorde a su digna tarea comunitaria;

Status: importa el reconocimiento formal por parte de la Comunidad como organismo de Seguridad Pública y la carrera académica policial como profesión dirigida a la misma.

Sin más, se propone recordar los lineamientos marcados en el "Código de Conducta para los Funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley" y las "Reglas mínimas para el uso de la fuerza y las armas de fuego por parte de los Funcionarios encargados de hacer cumplir la Ley" de las Naciones Unidas entre otros instrumentos; como complemento y apoyatura internacional a pautas culturales, históricas y jurídicas de cada país en función de la comunidad, la familia y las personas, profesionalidad y responsabilidad entre otros conceptos. Entonces, fundamentalmente:

Hemos visto para cualquier colectivo policial, la existencia y necesidad de consideración y aplicación de principios fundamentales en el ámbito internacional, comunes en todos los países. Principios que fijan pautas para la creación, determinación de objetivos y devenir institucional comunes que deberán incidir en la metodología a aplicar.

Estos principios complementan otros superiores de orden nacional o regional de cada nación, producto de su historia, cultura, devenir jurídico, idiosincrasia etc., que igualmente incidirán en la metodología empleada por la agencia policial pero ya en grado de necesidad (por ello superior) dado que su inobservancia sería también determinante de su fracaso o triunfo.

Seguirán las acciones objetivas, concretas, cotidianas y que hacen al método empleado para la resolución de labores que en su conjunto hacen a la función policial para el logro de su misión última.

De esta manera se apartaría la posibilidad tentadora que representa incrementar la vieja y perimida trilogía de: "Policía-Justicia-Penitenciaría" para los esquemas de Seguridad Ciudadana.

Permítame, señor Presidente, citar dos ejemplos de trabajo en el Estado de Buenos Aires (Argentina):

1) : Convenio Policía-Educación cuyo fin es completar el nivel cultural policial en un Bachillerato con especialidad en Seguridad Pública. Tenga plena seguridad este Foro que la asignatura rectora del mismo, refleja fielmente lo indicado por el ILANUD en materia de su competencia;

2) : Creación de un organismo de competencia policial en delitos contra la salud y el medio ambiente.

Finalmente, esta observación propone como medio para solucionar la problemática, la creación de un organismo latinoamericano de formación policial, bajo la rectoría del ILANUD que podría plasmarse, primeramente, a través de cursos. Con ello, los funcionarios de Policía recibirían la doctrina de Naciones Unidas en la materia que ocupa a esta reunión y llenaría un vacío por cuanto se contaría con Policías Internacionales que conformen las Fuerzas de Paz en el Mundo. No es igual un profesional militar que un Policía en el Orden Público y salvaguarda de vidas, bienes y derechos de la Comunidad. Además incentivaría la cooperación internacional.

Muchas Gracias y los invito hacia una Policía Social e Internacionalizada.